- Rubén DARÍO 1867-1916 魯本.達里歐
〈青春,神聖的寶物〉
青春啊!神賜與的寶物,
你離去後將不再回頭!
眩然欲泣,我眼卻乾枯…
時而又不禁潸然淚流。
青春啊!神賜與的寶物,
你離去後將不再回頭!
我耗盡一生遍尋不著,
在哀傷中等待的公主。
無人值得我歌誦祈禱,
生命是如此苦悶殘酷。
青春啊!神賜與的寶物,
你離去後將不再回頭!
儘管歲月逝去不留情,
我對愛的渴求不停息。
即使已是華髮的年齡,
也要流連滿園玫瑰裡。
青春啊!神賜與的寶物,
你離去後將不再回頭!
(吳德彥譯。原詩作名稱是〈春天的秋之歌〉,此首歌僅摘錄全詩部分詩句。)
Juventud divino tesoro
Juventud, divino tesoro,
ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar no lloro
y a veces, lloro sin querer.
Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
En vano busqué a la princesa
que estaba triste de esperar.
La vida es dura, amarga, y pesa.
Ya no hay princesa que cantar.
Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
A pesar del tiempo terco
mi sed de amor, no tiene fin.
Cabello gris, así me acerco
a los rosales del jardín.
Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Poema original de Rubén Darío
Canción de otoño en primavera
Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar no lloro
y a veces, lloro sin querer.
Plural ha sido la celeste
historia de mi corazón
Era una dulce niña, en este
mundo de duelo y de aflicción.
Miraba como el alba pura;
Sonreía como una flor.
Era su cabellera obscura
hecha de noche y de dolor.
Yo era tímido como un niño
Ella, naturalmente, fue,
para mi amor hecho de armiño
Herodías y Salomé….
Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar no lloro
y a veces, lloro sin querer.
Y más consoladora y más
halagadora y expresiva,
La otra fue más sensitiva
cual no pensé encontrar jamás.
Pues a su continua ternura
una passion violenta unía.
Era un peplo de gasa pura
una bacante se envolvía…
En sus brazos tomó mi ensueño
y lo arrulló como a un bebé…
Y te mató, triste y pequeño,
Falto de luz, falto de fe...
Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar no lloro
y a veces, lloro sin querer.
Otra juzgó que era mi boca
el estuche de su passion;
y que me roería, loca,
con sus dientes el corazón.
Poniendo en un amor de exceso
la mira de su voluntad
mientras eran abrazo y beso
síntesis de la eternidad;
y de nuestra carne ligera
imaginar siempre un Edén,
sin pensar que la Primavera
y la carne acaban también…
Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar no lloro
y a veces, lloro sin querer.
¡Y las demás! En tantos climas,
en tantas tierras siempre son,
si no pretextos de mis rimas
fantasmas de mi corazón.
En vano busqué a la princesa
que estaba triste de esperar.
La vida es dura, amarga, y pesa.
Ya no hay princesa que cantar.
A pesar del tiempo terco
mi sed de amor, no tiene fin.
Cabello gris, así me acerco
a los rosales del jardín...
Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer...
¡Mas es mía el Alba de oro!